sábado, julio 25, 2009

Aduve por ahí, otra vez











Desde detrás
Viene el viento de otoño:
Entre las hierbas

Jaikus Inmortales. Traducción Antonio Cabezas

Con la hojarasca
Se cuelgan en la red
Tencas de invierno.

Jaikus Inmortales. Traducción Antonio Cabezas

… Entonces les azotó el pecho el frío que anuncia el fin de la redonda medianoche y el principio de la madrugada de terrones de hora, y Gervasio tomó la vereda que iba trenzando el escarpado cerro de cigarras.
A veces la inmensidad no empequeñece. Gervasio sintió que, con su banda, formaba una falange de heroicidad, y que los pies arrastrados por las veredas del monte llegarían a sonar como tropel, como cascos de metal, hasta superar la grandeza de la sierra, y hacerla esclava de su marcha.

Carlos Fuentes. La Región más Transparente

Tres textos aparentemente inconexos, y digo aparentemente, porque no lo son. Los jaikus me dan la armonía que siento mientras escribo esto desde mi hermosa cocina y este trozo de la región más transparente me evoca la sensación de libertad y encanto que provoca en mí mi patria adoptiva: México. Y es que ustedes saben, que andaba por allí.
Estuve casi una semana transitando sus calles, sus aromas, la cálida caricia de su gente, el canto de sus voces, la agudeza de sus sabores. Esa revolución permanente que envuelve y aprisiona desde su historia, desde el nopal, el águila y la serpiente.
Fui muy feliz en México, como lo soy siempre que me rodeo de los que quiero entrañablemente, como lo soy con mi trabajo y con la medicina, esa vieja tía solterona que me amarra entre enaguas bien bordadas y sedas esquivas. México siempre me somete a sus maravillas, que tal vez sean exageradas por mi mente febril?, tal vez, y acaso eso, qué importa. México me vuelve exuberante y olvidadiza, errante entre sus sombras fantasmales, inquisidora de sus comidas sensuales y agresivas, amiga de ese tequila de los dioses.
Cuándo estoy allí, siento siempre lo mismo, que no llegué ayer o el otro día, que estoy allí desde siempre, desde que abrí los ojos y ví a su ángel guardián una mañana como cualquier otra. Una cosa que me fascina es recorrer Coyoacan o El Zócalo y sentir que bajo mis pies están esos adoquines viejísimos y gastados por el paso de la vida.
México se erige en el centro de un llamado ancestral. Guiados por su dios Huitzilopochtli, los Aztecas fundan la ciudad en el sitio donde encuentran un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente. Dicen que el águila simbolizaba el sol y la serpiente la noche. Larga fue la travesía, más de 100 años hasta encontrar la señal, una larga travesía de hambre, luchas y muerte. Finalmente, dicen que Tlaloc, dios de la lluvia, los bendice a su llegada al lago de Texcoco, donde más tarde surgirá con todo su señorío y hermosura la magnánima Tenochtitlan. Después de haber recorrido el museo nacional de antropología, esta leyenda se vuelve más real y fascinante como mi amor por la cultura de este país.

6 comentarios:

  1. Desde que mire la foto supe que se trataba de México, me da un gusto enorme que hables de esa manera de mi país de su historia, su mitología. gracias
    una pequeña corrección es Lago de Texcoco.
    Un abrazo.

    José Luis

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  2. Hola José Luis! Muchas gracias por tu comentario y tu corrección. Inicialmente lo escribí bien y luego lo reescribí mal. Si vas a la primera entrada de mi blog vas a ver que efectivamente adoro tu tierra, de hecho el nombre que lleva es en honor a mi querida Frida.
    Ojala sigas paseando por el blog.
    Un abrazo

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  3. Admiro tu forma de narrar tan como tú admiras a tu México adoptivo. QTA

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  4. sos unaa poeta marce! jaja
    me encanta tu forma de expresarte, i mui lindo tambien sobre lo que hablas..
    un besito
    Vickirulis

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  5. ¿No te llamás Cirita? He vivido en el error todo este tiempo...¿Marcela? sos toda una historiadora, me gusta más aprender acá que en los libracos grandes de historia.
    Gracias por desasnarme, besotes.

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  6. Pero claro que me llamo Cirita!!! Ese es mi nombre del alma y con el que me bautizaron hacen MUUUUUUUCCCCHHOOOO mis amigos queridos. Los del registro civil ¿qué importa?
    Ah bueno, siga chusmeando el blogg porque siguen las clases de historia, eh?
    Besotes

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