lunes, junio 22, 2009

Espejos

"... Y en esta forma, con una mezcla de reserva y audacia, de sometimiento y rebelión cuidadosamente concertados, de exigencia extrema y prudentes concesiones, he llegado finalmente a aceptarme a mi mismo."

Memorias de Adriano. Marguerite Yourcenar

Aquellos que podemos detenernos a analizar (léase también degustar) esta declaración de Adriano, habremos podido atrapar apenas con una mirada contada en instantes, la síntesis exacerbada de toda una vida.
Porque aquí, en la belleza de estas pocas líneas está revelado, enteramente, en carne viva, en todo el esplendor de sus luchas y entregas, el ser.
Uno podría imaginar que Adriano las pronuncia para lavar su piel y su alma de todo, despojándose de toda ilusión, de toda máscara, de cara a la luz de su propio designio. No hay cegueras, si en cambio, un equilibrio llamativo entre el exceso humano y un cuidadoso movimiento de felino.
Esto me lleva a pensar, inevitablemente, en los espejos. Siempre creí que llevamos espejos por todas partes, espejos íntimos en los que nos detenemos cada tanto a pasear nuestra figura, o parte de ella, para buscarnos en ese reflejo que escapa a nuestro acontecer cotidiano, por razones de seguridad.
Los espejos son lugares, momentos felices y tristes, actitudes, encuentros y desencuentros, algunas palabras no dichas y otras repetidas sin sentido o destino, sentimientos callados hasta el dolor, abrazos interminables, el anochecer cayendo sobre cuerpos exhaustos de placer, silencios afortunados y otros destructivos, imágenes, cientos y miles de imágenes rodando por la fría superficie de nuestros espejos interiores.
Allí nos vemos, una y otra vez y cada vez diferente, y nos hacemos parte del reflejo, y lo disecamos, lo atomizamos para ir separando cada pieza, sintiendo el filo o la blanda curvatura de sus formas más sutiles. Y así, nos sentimos más cerca, más uno con uno mismo para vernos con todo el esplendor.
De frente a toda la extensión de lo vivido…de un lado y otro de cada uno de nuestros espejos.
Listos para emprender una aventura a lo Adriano.

3 comentarios:

  1. Te quiero amiga... Y ya, quedate tranquila. Mirá bien ese espejo, y ves ahí? Ahí, donde brilla... nada de vacíos, nada de sueños perdidos... solo es vida amiguita, vida que te hizo y te hace ser quien sos... Hay mucho por delante... Algún que otro charquito por saltar...
    A saltar entonces! Tenes mi mano, lo sabés.
    Aaaaaaaaaaaamiiiga... jajajajj (eso fue cantadito)

    ResponderEliminar
  2. Qué hermosas palabras!!. Me emocionaron mucho, porque son muy lindas y porque vienen de vos, que estás dentro de muchos de esos espejos, diría tal vez, de los mejores.
    Yo también te quiero, te quiero muchissssssiiiiimoooo y sé absolutamente que tu mano siempre está al alcance de la mía.
    Eso sí, la idea MARAVILLOSA del cantito es de MOI ( te acordás de mme Mimi?)
    besotes

    ResponderEliminar
  3. mme mimí me hizo leer: "un pais d´au"
    aaaaaaaaaaaaaaamiga!!!!

    ResponderEliminar

Pase y comente: