lunes, mayo 25, 2009

Madre previsora... aunque no tanto


Las Santa Rita o buganvillas son plantas espléndidas. Siempre que las veo me digo que eso no es una planta, es una bendición de Dios. Y debe ser porque me levantan el ánimo de una manera increíble. También me gusta mucho una especie de enredadera cuyo nombre ignoro, que tiene unas pelotitas rojas que deben ser sus flores, aunque bien podrían ser sus frutos, y que a simple vista se ven realmente muy suculentas.
Mi hijo T , desde muy chiquitito las relojeó con ganas de embucharse unas cuantas, y temiendo yo un potencial letal y sabiendo que madre previsora vale por dos, le inventé una historia medio siniestra de un hipotético niñito ( hipotético para mí, para él más real que la academia española) que se había manducado unas cuantas y había terminado entre ruidos feroces de sirenas, vomitando cosas rosadas y espumosas por tres días en el hospital, y al borde de la muerte, agregaba yo, con carucha circunspecta y desaprobadora. ¿Y se murió, Ma?, preguntaba T y yo, descomprimiendo un poco la tragedia, le explicaba que no, que por suerte los médicos habían llegado a tiempo y el niñito había vuelto a sus juegos felices: Pero, claro ( insistía yo), nunca más desobedeció a su mamá y se metió nada de estas cosas en la boca.
En los años posteriores T llegó a masticarse cotorritas de la luz y hasta una abeja, cuyo aguijón le quedó graciosamente clavado en la punta de la lengua para horror y escándalo de todos los presentes. Por suerte no hubo sirenas ni médicos llegando a tiempo, porque este tipito parece inmune a todo, pero a mí me quedó una sensación de creación inconclusa y ahora pienso que debería haber sumado insectos y otras alimañas a la dieta fatal del hipotético niñito.

1 comentario:

  1. Tenia que ser T !
    jajaj, tu hija mayor me cuentas las terribles historias de tus otros hijos i me descompongo de la risa.. ingeniosa la historia eh,.. jaja
    un besito ciri.
    Vickirulis

    ResponderEliminar

Pase y comente: